jueves, 17 de septiembre de 2015

Los Beatles Crítica #7: Revolver (1966)



1966. Tras cuatro años de Beatlemanía, Los Beatles están cada vez más hastíados de toda esta moda. La gente abarrota sus conciertos no para escuchar la música, si no para simplemente ver a sus ídolos, tanto así que las diez cancioncillas que tocaban en media hora de concierto no sonaban a nada, aún con los amplificadores de sonido más modernos de la época.

Y resulta que este 66 sería el último año de todo esto. Más no sería resuelto pacíficamente, toda esta moda comenzada en 1962 en los clubes de Liverpool y Hamburgo, terminaría en la polémica por una sucesión de hechos.

En Marzo del citado año, la periodista británica Maureen Cleave, entrevistó a un relajado y desconcertado John Lennon, en su casa de "Kenwood". Allí, el compositor de "Imagine" daría una entrevista muy polémica, alegando que: "En este momento, Los Beatles son más populares que Jesucristo".

El comentario pasó desapercibido en Inglaterra, y estaba prácticamente destinado para el olvido. Más las revistas sensacionalistas estadounidenses de la época provocarían que gran parte del público se volviese en contra del cuarteto de Liverpool, todo por culpa de lo que Lennon llamaría después como "una malinterpretación de sus palabras".

En el sur de Estados Unidos, los grupos rebeldes como el Ku Klux Klan los amenazó de muerte, los Dj´s locales organizaban quemas de sus discos, hasta una médium alegó que fallecerían en un accidente de avión. Todo era un caos.

Por si esto fuera poco, cuando tocaron en Manila, Filipinas, la primera dama del país, Imelda Marcos los invitó a un desayuno en el Palacio Presidencial, a lo que Brian Epstein, mánager del grupo, rechazó la propuesta con respeto. Más, como todo régimen dictatorial, el "no" no está en su vocabulario, la ciudad se volvió contra ellos en un fuerte disturbio.

Así que a vísperas de la que sería su tercera gira por Norteamérica, y a la postre la última del grupo, Los Beatles se encerraron en los Estudios EMI de Abbey Road a componer, grabar y experimentar con nuevos sonidos. Así nació Revolver.

Canciones:
A principios de 1966, Los Beatles lanzaron el single "Paperback Writer" con el que se veía un fuerte cambio en la lírica y la música del grupo, siguiendo los pasos ya avanzados en "Rubber Soul" y el doble single: "Day Tripper/We Can Work It Out".

Así que con una fuerte expectativa, abrimos el disco con algo inesperado: una composición de George Harrison. Así es. "Taxman", esta potente y rockera canción, tiene un tono muy ácido con unas guitarras muy salvajes efectuadas por Lennon y el propio Harrison. La letra como no, es una crítica social a los cobradores de impuestos.

¿Quién dijo que la música popular y la música clásica no podían convivir juntas? Los Beatles demostraron que sí se puede. "Eleanor Rigby", segundo tema del disco es la prueba. Un cuarteto de cuerdas que acompaña a la voz de Paul McCartney y unas armonías dobladas hechas por él mismo sin la colaboración de los otros miembros, la hacen una pieza exquisita y memorable.

"I´m Only Sleeping" es un viaje sideral, influenciado por los constantes efectos del dañino y poderoso LSD. Guitarras al revés, la voz somnolienta de Lennon, los bostezos de McCartney. Poder psicodélico en su máxima expresión.

Y de la psicodelia nos pasamos a la mística tierra de la India. "Love You To", segunda composición de Harrison en el disco nos transporta a la tierra de Krishna, Visnú, Brahma, etc. Sitar salvaje, percusión por el propio Ringo. No se necesitó ni de John ni de Paul para efectuar este tema tan experimental.

Con "Here There and Everywhere", el álbum tiene su momento de lucidez, después de tanta acidez, psicodelia, cuerdas y curry hindú, McCartney nos presenta una dulce y tierna canción pop, pero barroca eso sí, en el que las armonías le dan poder.

Y llegamos a la que quizás es el tema más famoso de este "Revolver": "Yellow Submarine", cantada por Ringo Starr, y compuesta por Paul McCartney en un momento de estar entre dormido y despierto. Muy pop e infantil eso sí, y bastante sobrevalorada en mi opinión, a pesar que los efectos de sonido le suman puntos y los coros hechos por los otros Beatles, el cantautor escocés Donovan y hasta Brian Jones de los Rolling Stones, le suman aún más. Tema para recordar, más no para venerar.

Y la cara A se cierra con la ácida "She Said She Said", tema de Lennon qué es puro LSD, escondido bajo la atmósfera de una tierna pero algo hiriente, canción de amor. Me encanta, puesto que esos riffs de guitarra son muy psicodélicos, y la voz se torna hipnótica en ocasiones.

Abrimos la Cara B con "Good Day Sunshine", una canción bastante positiva influenciada por un piano y la feliz voz de Paul, junto a las armonías de los otros Beatles. Aceptable, pero un poco simple para compararla con el resto del trabajo.

"And Your Bird Can Sing", cancioncilla en la que Lennon se mofa sutilmente de su buen amigo Mick Jagger, ya que consideraba de vez en cuando a los Stones como copiones de Los Beatles. Craso error, pues son bandas igual de buenas y poseen estilos distintos. Pues bueno, esta canción es buena, mostrándonos un riff de guitarra muy positivo y de buen rollo.

En "For No One", McCartney explora el desamor y la decepción del ser humano, en este caso él mismo con su novia de entonces, Jane Asher. Los cornos y el clavicordio le dan un toque de music hall a esta pieza melódica y memorable de pop barroco.

"Doctor Robert" vuelve a los viajes con LSD y a la psicodelia pura, presentes en la primera cara del disco. Lennon nos habla de un doctor que "hizo todo lo posible para salvarte". De lo más bizarro que hay en el disco, pero que vale la pena destacar.

 "I Want to Tell You" es la tercera composición de George Harrison en este álbum. Tenemos aires hindúes más sutiles y escondidos, no tan expresivos como en "Love You To", pero se nos brinda un tema más "beatle", en este caso expresando un tema no tan común, pero recurrente en muchos como es la incapacidad de expresar el amor en palabras.

"Got to Get You Into My Life" sabe a soul negro de Motown Records. De hecho Paul McCartney la compuso por dos motivos: uno como un tributo a la brillante música negra de los años cincuenta, y otra la más oscura quizá, como oda al acto de fumar marihuana.

Y llegamos al final con el himno de la psicodelia: "Tomorrow Never Knows". La pieza más experimental y bizarra del disco. Sonidos al revés, efectos y loops de sonido, guitarras ácidas y distorsionadas, la voz somnolienta de Lennon incitándonos a "apagar la mente". Todo esto en una brillante pieza de tres minutos inspirada en el "Libro Tibetano de los Muertos" y al acto de consumir LSD, dos elementos presentes en la vida de John en aquel tiempo.

La cumbre de la experimentación llega a niveles inimaginables. Pero alcanzaría su pico más alto en los dos próximos discos...

Lista de canciones:
Todas las canciones compuestas por Lennon y McCartney, excepto donde se indique:
LP (1966):

Lado A:
1. Taxman (Harrison)
2. Eleanor Rigby
3. I´m Only Sleeping
4. Love You To (Harrison)
5. Here, There and Everywhere
6. Yellow Submarine
7. She Said She Said

Lado B:
8. Good Day Sunshine
9. And Your Bird Can Sing
10. For No One
11. Doctor Robert
12. I Want To Tell You (Harrison)
13. Got to Get You Into My Life
14. Tomorrow Never Knows 

Conclusión:
Joya de la música de Los Beatles y de la música en general. Es tan perfecto que es imposible de creer. La experimentación y la búsqueda de nuevos sonidos está tan bien planteada, aunque una que otro puntillo bajo, tambalea un poco la calidad sobresaliente de este disco.

Calificación Final:

9.8/10
"Simplemente magnífico". 









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